Matthew Perry, en su autobiografía, reflexiona sobre el impacto del juego Monopoly en su vida familiar. Aunque aparentemente inocente, el juego refleja la competencia y el conflicto, lo que se conecta con la historia del propio Monopoly, inicialmente creado como crítica al capitalismo por Lizzie Magie. La historia del juego revela cómo fue cooptado por intereses comerciales, distorsionando su mensaje original.