Desde su concepción en los años 80, el desarrollo sostenible se ha convertido en un marco global ampliamente aceptado. Sin embargo, los modelos actuales para operativizarlo suelen enfocarse en mejorar la eficiencia dentro del sistema económico-social-ambiental, sin desafiar sus fundamentos. Este artículo revisa las limitaciones de modelos como el “triple resultado” y propone una reconfiguración conceptual que priorice las interdependencias y jerarquías entre economía, sociedad y medio ambiente.