El juicio político a Trump no alteró la opinión pública debido a la saturación informativa y la polarización mediática. La estrategia de desinformación, orquestada por figuras como Bannon, busca generar escepticismo sobre la verdad. La sobrecarga de relatos contradictorios y la fragmentación de los medios dificultan la creación de consensos, alimentando el nihilismo y erosionando la confianza en las instituciones democráticas.