El Estado moderno emergió de la expropiación de poderes privados y consolidó la idea de tolerancia y poder público monopólico. Desde el republicanismo hasta el socialismo, se trazaron proyectos para ampliar la libertad, combatir despotismos y universalizar la igualdad. El futuro del socialismo radica en retomar estas luchas adaptándolas a los desafíos contemporáneos.