El derrumbe electoral de la derecha y la ex Concertación refleja la crisis de la tercera vía en Chile, un proyecto que consolidó el neoliberalismo bajo una élite política-empresarial. Desde 2006, la movilización social ha socavado su legitimidad, pero las crisis de régimen son procesos largos y ambiguos. Sin una ruptura real con el orden oligárquico de 1981, las izquierdas corren el riesgo de perder su horizonte transformador.