El nazismo utilizó el término “socialismo” como estrategia para ganar apoyo obrero, pero sus políticas económicas fueron profundamente capitalistas. A pesar de las intervenciones estatales, favorecieron la propiedad privada y la libre competencia. El régimen nazi se basaba en una ideología darwinista que veía a los “improductivos” como cargas económicas. La relación entre nazismo y socialismo es un mito impulsado por su uso cínico del término.
La derecha chilena denuncia una supuesta “tiranía de la mayoría” en la Convención Constituyente, ocultando que históricamente ha monopolizado el poder y excluido a las mayorías sociales. Más que una cuestión numérica, el temor radica en la pérdida de control sobre bienes comunes y espacios de decisión. Esta crítica no defiende la pluralidad, sino la protección de privilegios elitistas.