Escrito por

Rebecca Solnit

Dejemos de glorificar el “centrismo”. Es una postura política insidiosa que favorece un statu quo injusto

El centrismo, presentado como neutralidad, esconde un sesgo que perpetúa el statu quo y beneficia a quienes ya están en el poder. Desde negar las desigualdades hasta minimizar crisis planetarias o sociales, esta postura evita reconocer los cambios necesarios para avanzar en justicia y derechos humanos. Lejos de ser una solución imparcial, el “centro político” a menudo frena los avances sociales y amplifica las desigualdades.